El Lago Atitlán es uno de los pocos lugares en los que he temido quedarme para siempre, y que no pudiera seguir recorriendo el mundo, un lugar al que pienso volver, un lugar que me hizo feliz, plena. Faltan palabras para describir la felicidad que sentí al estar ahí, y la nostalgia que siento al escribir sobre él, porque siento demasiadas ganas de volver. No por nada Aldous Huxley lo describió como

«el lago más lindo del mundo»

La magia del Lago Atitlán

Se dice que el lago Atitlán es un cráter de un volcán muerto.

El lago está rodeado por volcanes: el Atitlán, Tolimán y el San Pedro , los cuales se pueden visitar con ciertas precauciones (pues hay ladrones en el camino), incluso desde el mismo Lago Atitlán se pueden ver los volcanes brillando en la noche cuando sueltan sus llamaradas de lava. Otros simplemente brillan con el sol al atardecer. (Luego de ver este volcán brillar, cada día fue mejor que el anterior.)

Bajo el lago Atitlán solía haber una ciudad Maya llamada Samabaj que fue inundada tras la erupción de uno de los volcanes de agua. El lago está rodeado por 12 pueblos y cada uno muy diferente de la otro, los tres más conocidos son Panajachel, San Pedro, San Marcos, pero también algunos pueblos más, que vale la pena visitar como Santa Catarina, Santa Cruz, Santiago y San Juan.

 

  • En esta guía encontrarás tres partes, Panajachel (Puerta del Lago), San Pedro (Destino fiestero) y San Marcos (Destino hippie). Adivina cual fue mi preferido. 😀

Panajachel, entrada del Lago Atitlán

 

Vista del Lago desde San Marcos

Quiero comenzar por compartirles las hermosas palabras de Zoraida una viajera artesana, hermosa, sonriente, loca, amorosa y feliz:

Isa hermosa, le decía que me encantaría describir en una palabra la magia de este lugar, y no la encuentro, pero si la vivo y me la sorbo en mis cafecitos.
Amo estos callejones intrépidos de donde salen sonrisas y millones de saludos.
Veo la calma de sus aguas, la impotencia de sus volcanes y la turbulencia del Xocomil.
Aquí me he enamorado, he hecho el duelo de mi madre. Aquí he vivido mis desafíos, me he topado con la soberbia de mi ego y he aprendido a que es sólo un momento y que luego viene la calma y me cobija la humildad.
Ésta Antártida maya es el reposo a mis desazones y es la fuerza a mis alas para volar.
Así es Isa cada uno encuentra la magia en cada lugar.
Aquí he pasado todos los estados, me he rodeado de amigos, familia y he saboreado el almíbar de la soledad.
Gracias Isa por compartir, y disfrute mucho ese lugar donde hoy deja huellas y sus ojitos contemplan el amor.

 

Antes de llegar siempre escuchas muchas historias acerca de los lugares y tu mente se llena de sueños, de lugares imaginarios que no existen, de historias, miedos, ilusiones y expectativas. Realmente iba de paso pensaba quedarme 2 días en cada pueblo del Lago Atitlán y continuar mi camino, pues mi idea de viaje a Guatemala iba enfocada en visitar un amante pasajero que había conocido seis meses atrás en Belice y que nunca llegué a cruzar porque el lago me atrapó.

La entrada al Lago Atitlán está colmada de artesanías a lado y lado, pantalones, camisetas, todo tipo de textiles a precios muy económicos, hechos a mano y tradicionales de Guatemala.

En Guatemala las mujeres jóvenes y mayores usan trajes tradicionales, pero los hombres no los usan, solo los viejos en algunos pequeños pueblos perdidos.

Pero si vas a Guatemala y eres de los que aman a ropa hecha a mano y portar con orgullo las culturas de los países, este es el lugar para comprar lo que quieras. Los precios varían mucho y puedes lograr rebajas hasta del 70 %, pero no abuses, pues realmente necesitan el dinero, además los precios son tan bajos, que seguro estará mejor ahorrar comprando un almuerzo barato en un restaurante local y darles un poco más para su sustento.

Panajachel es una gran ciudad, pero me quedé alrededor de la zona turística y no exploré muy a fondo, aunque visité el mercado, y vi gente y calles.

Sin embargo, Panajachel no fue un lugar que particularmente me encantara; aunque tengo amigos que lo aman y cada uno es diferente,  creo que los gustos dependen del momento por el que estás pasando de la gente que conoces. Incluso hubo un día que temí un poco, pues fuimos a hacer un fuego a la playa del lago, con unos artesanos viajeros, y un hombre llegó a pedir dinero y creo que quería obligarnos a pagar, entonces los chicos que vivían ahí se enfurecieron y dijeron, «no son turistas, son artesanos, viajeros respeta!» y bueno, no se si realmente había de qué temer, pero por si acaso les cuento…

¿Dónde hospedarse en Panajachel?

Me quedé en un hotelito ubicado cerca de la zona comercial y turística llamado Hotel Victoria. Sencillo, barato, bien ubicado y limpio. No es el mejor, pero tenía una habitación privada por 40 Quetzales, (pidiendo rebaja), en un lugar muy tranquilo, y sencillo. Con patio al aire libre y jardín. Para buscar más lugares como este mira aquí.

 

¿Dónde comer en Panajachel?

 

chuchitos

Chuchitos: Masa de maíz, con tomate, pollo o cerdo. Encima: mayonesa con pollo desmechado, huevos, perejil y queso.

Desayuno

Había una sola cosa que me hacía muy feliz de ir a Panajachel y era comer en un puesto de la calle, justo enfrente de la farmacia Santander. De 10 a 11 de la mañana salen dos mujeres a vender comida, lo mejor son los chuchitos, unos envueltos, con pollo, y mayonesa, que no pueden imaginar el manjar. Mmmh! por favor pruébenlos por mi (pero tiene que ser en ese lugar exacto, porque los otros no son tan buenos) y me cuentan y me agradecen, porque los amo tanto y los extraño tanto, que me dan ganas de salir corriendo para allá. También venden arroz con leche y chocolate. Tostadas deliciosas, panes rellenos.

Todo lo que venden es tan rico que solo están ahí de 10 a 11 am. (si tienes suerte un poco más y un poco menos pero no te confíes) Veras que siempre hay gente esperando a que abran y siempre está lleno de gente comiendo. Así lo puedes reconocer porque pasan varias personas a vender ahí, pero estas son dos mujeres y no tienen segundo libre.  Yo solía madrugar desde San Marcos, cuando tenía que ir, buscaba cualquier excusa para llegar a tiempo.

 

Almuerzo:

Luego, enfrente, también se hace una señora que vende almuerzos muy ricos y baratos, sopas y carnes, y mucha gente llega a comprarle (creo que valen 10 o 15 Q). Los restaurantes de la calle son ricos también, pero más caros y no tan gustosos, por ahí probé el almuerzo tradicional, 25 Q rico pero me sigue gustando más la comida caserita. En las tardes asan carne y venden mucha comida en las calles.

San Pedro de la Laguna

 

Kayaks Atitlan

Vista del lado desde San Pedro. Kayaks para alquiler

San Pedro no me recibió inicialmente de buena manera. Desde que bajé de la lancha me siento estresada. Pero como siempre conozco gente muy simpática que adora este lugar. Cómo los chicos de Planbviajero que me habían dado animo de visitar San Pedro pero como verán….

Es un pueblo grande con mucho turismo. Así que hay gente preparada para ofrecerte hospedaje desde que te bajas de la lancha.

Los tuctuc están por todas partes y entran por esas pequeñas callecitas donde apenas caben, cruzan las calles zigzagueando velozmente con una destreza sorprendente, y pareciera que fueran a chocar en curvas por falta de espacio, es un transporte extremo, gritaba del miedo cada vez que topábamos contra una pared.

Un amigo me había dicho:

«encontré un hotel baratísimo que te va a encantar; es hermoso, limpio, seguro, perfecto, como este – estábamos en un hermoso hostal en Puerto Escondido, México – que vale 30 quetzales por una habitación privada. Es una ganga increíble»

Así que para allá iba, intenté tomar un tuc tuc, pero todos en la calle me dijeron:

«es super cerca, caminas 4 cuadras y estas ahí.»

Pues resulta que eran cuatro larguísimas cuadras en subida, debía remontar una enorme montaña con mis maletas al hombro.

 

Mercado de San Pedro. Mujer con el traje tradicional, venta de checheres, tres en la moto, tuc tuc ( mototaxi)

Una vez arriba llegué al mercado llenísimo de gente, y no recomendado para comer si te gusta la pulcritud. Aunque confieso:

Yo comí, sentada en unos ladrillos en el suelo, viendo como llegaban ciertos turistas y locales también a comprar, pero fue una experiencia que no quiero repetir y que de solo pensarlo se me arruga la cara.

El hotel en Panajachel

Luego de dos cuadras más llegué al hotel y no me gustó. Y como ya era tarde no me quedó de otra que dormir ahí, quise salir en la noche a caminar, pero las calles se veían solitarias y me daba miedo dejar mis maletas en el hotel, pues las ventanas de la habitación no tenían varillas, así que si alguien quería entrar era solo romper un vidrio. Las calles estaban solas y oscuras, pues no estaba ubicada en el circuito turístico, así que volví al hotel y me acosté a dormir.

Soñé que entraban en mi habitación mientras dormía, intentaba despertarme pero no era capaz de moverme, y pensaba en mi adorado computador y mi cámara. Así que al levantarme decidí irme del pueblo.

Y en el camino de huida conocí a R. un catalán que jugaba malabares con un pañuelo, le cuento que tengo unas cadenas con las que solía jugar malabares, pero que ya no las quiero, porque quiero despegarme de un amor pasado. Entonces las compra, y me invita a caminar, vamos a ver el atardecer, el volcán aparece con una enorme nube sobre sí que se colorea de rojo con la luz del atardecer. (La foto la puse más arriba.) Entonces abrazamos el suelo, nunca lo había hecho y extrañamente me siento muy feliz, nos untamos de pasto, de tierra, y descubro que se siente bien, me siento feliz… sería la luz, la montaña, los mayas, algo en el aire que hacía que pudiéramos disfrutarlo, que estuviéramos pensando en querer la tierra.

Entonces le agradezco por sacarme de la mala racha en la que estaba, y me lleva a un bello hostal llamado Casa Felipe que cuesta solo 30 Quetzales queda céntrico y es super lindo lleno de naturaleza y con gente amable.  Aún así le digo que me quiero ir, entonces me dice: «vamos a comer a mi casa» (la casa de unos amigos donde él se hospedaba), aceptó y duermo ahí, porque la casa queda en las afueras lejos del pueblo, al otro día, ya mucho más tranquila e incluso feliz, le agradezco pero sigo sintiendo que debo seguir mi camino. Él decide acompañarme.

Dónde comer en San Marcos

Hay una pequeña casetica justo enfrente de donde se hacen los artesanos que venden comida japonesa super barata, se llama Yakitori de Cava, es imperdible quería llegar siempre ahí para comer en el japonés. También hay unas galletas en la tienda naturista que son muy nombradas pero no las probé. Probé muchos restaurantes buenos ahí, hace unos asados muy buenos, y solo recuerdo que todos fueron buenas experiencias.

 

San Marcos de la Laguna, mi adoración

 

Textiles Guatemala

Textiles y vestuario indígena Cakchiquel vendido por mujeres que tejen sus propios trajes.

Qué hacer en San Marcos de la Laguna

Cada día hay actividades diferentes, en el hostal de al lado, había fiestas todas las noches y un día de películas que me aburría (aunque me encanta el cine, pero allí no quería verlas) también había un día de música colombiana muchas veces mezclada pero me hizo tan feliz, cumbia, que era el mejor, aunque los europeos bailaran como si se tratara de música oriental.

Había numerosas fiestas libres de alcohol y de drogas, pero con el maravilloso cacao, que sigo dudando si tiene algo psicodélico en sí, porque es tan mágico que realmente no te hace falta nada más para disfrutar de la música y bailar.

Las Fiestas en San Marcos

 

Fiesta en barco

Fiesta en el barco vía a la luna llena!

Una fiesta que se hace todos los meses aquí es la de la luna llena que puede llegar a ser aburrida para algunos, porque «no hay drogas ni alcohol». Para otros puede ser genial. Yo la disfruté muchísimo, pues nos fuimos en un barco hacia otro lugar de la isla y ahí pasamos toda la noche alrededor del fuego con buenos músicos (música electrónica con música latina) hasta el amanecer.

Aquí pasé navidad, unos argentinos hicieron, pizza, y con los del hotel hicimos tamales, fue una adorable navidad, y luego nos fuimos a una fiesta arriba de las montañas que duraría hasta el amanecer.

 

Amanecer con vista al lago

Amanecer luego de la Luna llena en San Marcos.

 

Visitar la Reserva Natural

A la reserva natural se puede entrar pagando o gratis, la más fácil es la paga, para ir gratis hay que caminar por la carretera que sale del pueblo en dirección a San Pedro, y al llegar al cerro se toma el camino entre las casas a mano izquierda, hay que caminar hacia arriba donde hay una hermosísima vista para ver el atardecer,  luego se baja de nuevo hasta el lago por el otro lado donde están los senderos. Desde ahí hay lugares buenísimos para nadar y un salto de varios metros para caer en el lago.

Nadar en el Lago Atitlán

Mi plan favorito era nadar en el lago, el agua suele ser un poco fría pero los paisajes son increíbles. Solía ir al Hostal del Lago, ahí puedes tomarte algo o simplemente nadar.  El sol suele ser caliente incluso en invierno, pero el agua es un poco fría, aunque mi amigo de Alemania insistía que era la temperatura perfecta, me imagino como serán los lagos en Alemania.

Jacuzzi y Sauna

En las noches hace frío, así que un excelente plan es visitar los jacuzzis y saunas para calentarse en las noches. Hay varios. Y si tienes suerte puedes colarte sin pagar. (La verdad que el dueño del Hostal del Lago me cae gordo porque abusó de una chica colombiana un día, porque ella estaba borracha celebrando su cumpleaños y él quería tocarla, todos la defendieron y hubo un gran alboroto, pero agradezco haberme quedado en el adorable Hostal Pachamama donde me quedé)

Las cascadas

Dicen que las cascadas son hermosas pero nunca me atreví a ir sola y tampoco fui muy juiciosa en buscar una compañía, así que no las conocí. San Marcos es un lugar muy seguro pero los alrededores pueden ser peligrosos.

Escuche de una pareja que dejaron abierta la habitación en un costoso hotel y les robaron 3000 dólares que tenían en efectivo y también a un amigo le abrieron en carro una noche y le robaron las artesanías, a otro le robaron toda la maleta en la carpa. Por suerte en mi hostal nunca pasó nada.

Pero a las cascadas es mejor no arriesgar demasiado. Ir sin cámara, sin celular, y acompañado.

Fuego Fire

 

Fire Fuego ¿Sigue abierto? Si no seguro existe otro lugar como este en otro espacio.

Fuego Fire es un lugar que espero que siga existiendo y espero que me confirmen si lo siguen viendo, porque era un lugar que todos los días tenía el fuego encendido y ahí, se reunía la gente a cantar, tocar guitarra y a conversar. Músicos de todas partes, japoneses, franceses, latinos y europeos. Un intercambio cultural, gratis y sano. Básicamente el lugar se mantiene con un restaurante y aportes voluntarios que permitían comprar la madera que traen los locales desde lejos, y mantenimientos básicos.

En San Marcos tuve un cambio importante en mi vida, comencé a cantar en público. Había cantado en un coro, y cuando trabajaba haciendo música, pero no sola, hacía coritos.

Todo comenzó en una ceremonia de DMT, (un psicodélico que se encuentra en la naturaleza y en el cuerpo humano) aunque en esta ocasión solo participé cantando pues quería ver que cara hacían los que fumaban, pero termine cantándoles canciones de amor para guiar su viaje y que fuera bonito; al terminar todos me felicitaron. Así comencé a cantar en las fogatas y a perder el miedo escénico.

La mística de San Marcos

 

Amanecer en el Lago Atitlán

Otro amanecer en el lago

San Marcos es conocido por ser un lugar de místicos, inicialmente poco me importaba. La gente llega aquí para comprar la iluminación, hacen clases de yoga, rituales con cacao, limpieza con veneno de ranas, estudian los sueños lúcidos, entre otras cosas.

Para mi era algo basado en la moda. Y más cuando tienes que pagar por todo y no puedo acceder por sus precios, pero que importaba yo no estaba ahí para eso, simplemente me sentía feliz ahí, y quería aprovechar, y cómo la gente que está alrededor es bastante espiritual pues eso me servía para vender mis piedras y para conocer gente linda, pues es un lugar tranquilo y con gente amorosa.

Fue un tiempo para descansar, para trabajar poco, ganaba poco, pero trabajaba poco, si un día tenía suerte descansaba tres.

Con el tiempo comencé a acoplarme a este lugar, a abrazar a mis amigos y sentirlos. Comencé a sentirme un poco más espiritual. Pero no solo eso, aprendí la danza de contacto, también estuve en un taller para caminar en el fuego, en talleres de percusión y otros talleres que hacían a colaboración o por intercambios con las artesanías.

Dónde hospedarse en San Marcos:

Busca hoteles en San Marcos de la Laguna aquí

Me bajo de la lancha y camino entre un túnel lleno de plantas sobre mi cabeza, se siente calma, nadie alrededor, silencia, armonía. Entonces me lleva a caminar por entre las casas por callejones llenos de plantas, por lugares escondidos, hasta que llegamos a la casa de Merlín. Un gran amigo que según me dijeron murió

¿Quién era Merlin? Si ese es, Merlín el mago. Un hombre viejo, (no tanto de 63 años) delgado y con barba y cabello blancos. Pero Merlín era Francés, y hablaba español e inglés, e innumerables idiomas indígenas (Un día le pregunté cuantos idiomas hablaba y la respuesta fue de media hora.)

Merlín recibía a todo el mundo en su casa. Trabaja haciendo vitrales. Su pasa tiempos es tallar figuras en piedra pómez. Un día le pregunté: ¿cuántas personas se quedan en tu casa? y me dijo:

«no se, hoy dormimos 5 en mi habitación, había unos cuantos en la sala, otros detrás de la casa y otros en el patio, en el desayuno éramos 20»

Cómo puede uno hospedar tanta gente, y si alguien no le cae bien y si no esta de animo para manejar gente, y si quiere estar solo en su casa, bueno supongo que para él también es bueno tener compañía estando viejo. Un día se enojó porque los recibos llegaron altos y quería que le ayudarán a pagarlos.

Yo personalmente preferí no quedarme ahí y decidí en cambio pasar a saludarlo tanto como pudiera, todos los días o día de por medio.  Es un ambiente lindo, la gente toca música, hacen comida en el fuego cuando son muchos, y se conoce gente linda ahí, pero claro, todo el mundo va ahí.

Así que cosas pueden pasar, y un amigo se levantó de su carpa para hablar con alguien y mientras estaba hablando le sacaron la mochila completa de la carpa y perdió todo. Para darles una ida más amplia encontré unas fotos de un blogero que se quedó ahí Tales of Wandering. 

 

 

Merlin

Y esta fotografía que fue tomada del blog en Ingles

The Long distance truth

Pachamama Hostel

Yo me quedé en Pachamama Hostel y sencillamente no había mejor lugar.

Hay otros más elegantes, hay otros más bonitos, pero no con mejor ambiente ni con más corazón. Pachamama es una casa de familia, ahí vive una pareja, con sus hijos una familia numerosa y muy tradicional de Guatemala, así que si te interesa la cultura que más que quedarte a compartir con ellos, y por cierto mandarles mis saludos mi amor, y un abrazo inmenso.

En este hostal encontré muchos amigos que estaban ahí por un mes o dos y no querían cambiar, porque precisamente es el mejor lugar.

Me siento feliz, tan feliz, que estoy segura que no me puedo ir, y prometo irme luego del primer día común y corriente, pero ese día nunca llegó, cada día era mejor que el anterior, así que me quedé ahí un mes y medio. Pagaba 35 quetzales por noche (los precios cambian dependiendo de la época del año y también de que te hagas querer) Pero igual sigue siendo super económico.

Yo tenía una pequeña habitación dentro de un cuarto compartido, que además de ser acogedora era el lugar más calientito de la casa. Había un loro, y cuando el loro no gritaba, gritaban los niños, pero todo hace parte de la pintoresca tradición guatemalteca.

En las mañanas compraba una fruta y al llegar cada uno tenía una fruta diferente así que hacíamos una ensalada de frutas con yogurt, granola y miel.

Al almuerzo se repetía el mismo proceso, hacíamos comida entre varios, e invitamos a algún desconocido, luego ese desconocido nos invitaba a nosotros, y siempre apartaba un pequeño plato de comida para la familia, así que la familia siempre me compartía un pequeño plato de su comida a mi también.

En las noches solían hacer música en la sala. Y en las mañanas subíamos a la terraza para hacer yoga. Hacíamos artesanías, y me mantenía bastante alejada del computador y la cámara. Por eso no tengo muchas fotos en este post.

Donde comer en San Marcos de la Laguna

Hay mucha gente que teme ir a San Marcos porque dicen que es costoso, pero realmente no lo es, yo solía gastar 50 quetzales por día (casi 7 dólares) en las cosas básicas comida y dormida, pero si te quedas donde Merlín puedes gastar solo 15 en la comida cocinando.

 

Restaurante Guatemalteco

Comida Casera, tradicional, saludable y barata.

  • Hay una niña llamada Pamela que vende tostadas en la calle que viene del puerto y además de ser deliciosas son a 5 quetzales.
  • También hay una techito subiendo por el río en el segundo puente, donde se encuentran almuerzos deliciosos y súper tradicionales por 15 quetzales. Sopas, pescados, y diferentes cosas.
  • Y si las ganas dan para invertir más dinero pero comer delicioso, pregunta por el Restaurante japonés. Y no te arrepentirás. Todo es delicioso ahí. Y gastarás entre 30 y 50 quetzales. Prueba el curry, y la sopa que se puede compartir hasta para 3 personas. (Me relamo)
  • En las noches también hay una mesita que ubican en la calle, enfrente de papelería que queda en la bifurcación, que vende tostadas, chuchitos, y otras comidas tradicionales baratas de 5 u 8 quetzales.
  • En las mañanas también hay mujeres vendiendo deliciosos tamales.

Llegar al Lago Atitlán

Para llegar desde la frontera de México, tome numerosos buses y siguiendo las instrucciones de los locales terminé yendo hasta Cocales para subir de nuevo al Lago Atitlán, una vuelta absurda que me tomó todo el día de viaje. El camino más lógico ahí era ir a Chela (Quetzaltenango) y de ahí bajar a San Pedro de la laguna.

Para comunicarse por el contrario con Antigua o Ciudad de Guatemala se debe ir a Panajachel y desde ahí salen buses 2 veces al día.

También es posible y recomendable tomar buses que se contratan en las agencias de viajes, que te lleven directamente a tu destino, ya sea Flores, Guatemala, San Cristobal de las Casas en México entre otros, la clave aquí está en preguntar en todos los lugares porque los precios pueden variar increíblemente de uno a otro.

 

Transporte Lancha Atlitlán

Esta señora se coló en una foto anterior así que decidí tomarme una foto con ella al terminar me pidió dinero por la foto, yo le regalé una pulserita. 🙂

Para moverse entre los pueblos se puede tomar lancha o buses, las lanchas tardan menos y cobran un precio para locales y otro para extranjeros, muchos no entienden esto, pero es natural que si los locales toman el transporte todos los días tengan un precio especial, es como decir, te compro la docena. 😀

Sin embargo, si quieres pagar el transporte local debes pagar en sencillo y decir que vives ahí, yo lo hice cuando me iba a trabajar al otro lado del lago porque sino no me salía rentable el viajecito, pero una vez más no me parece bien abusar de los locales, de todas maneras con la maleta al hombro hay pocas excusas para decir que uno vive ahí.

¿Porque me fui de San Marcos si tanto lo amé?

 

San Marcos fue un lugar que me atrapó, tanto que pensé que no podría salir de ahí, y que viviría por muchos años enamorada de ese lugar. Todavía recuerdo el día que me fui, el paisaje por la ventana del bus, el lago Atitlán brillando y alejándose, desde lo alto de la montaña, montada en la camioneta (así es como le llaman a los buses en Guatemala), y con ese sentimiento de nostalgia anticipada.

Sé que volveré porque no hay muchos lugares en el mundo donde me he sentido tan feliz como ahí, porque no hay muchos lugares donde pude encontrar la paz, y la plenitud.  Y dejarlo fue sin duda difícil, pero sin duda volveré.

 

El 31 de diciembre era el Cosmic Convergence, un gran festival que se celebra en el Lago Atitlán, y estaba dudando realmente si ir, me habían hablado de él desde que estaba en México, y cuando llegué me dijeron: «no vale la pena, está lleno de drogas.»

Así que pensé que no iría, pero dos días antes me decidí, y fue increíble. Para empezar todos los que estaban en el lago Atitlán estaban ahí, así que tenía amigos por todas partes, además había muy buenos músicos, el arte era increíble, calaveras gigantes, yoga durante el día, muchísimos talleres, pinturas psicodélicas, temazcales. Realmente genial.

Y luego seguí a el Rainbow Gathering, del que había escuchado hablar desde que comencé a viajar pero no tenía ni idea de que se trataba. Así que tenía que ir. Luego volví al lago Atitlán. Pero como no aprovechar que iban 17 personas hacia las Pirámides del Mirador (la pirámide más grande del mundo en volumen), y que iban a ir sin guía (cosa que no me atrevía a hacer sola) y saldría muy barato o incluso gratis. Así que mi camino tenía que continuar.

 

Con una mochila atrás y otra adelante. Lista para dejar el Lago rumbo hacia el Mirador

Pero debo confesar que al escribir estas palabras una aura de nostalgia me envuelve y me llama para que regrese; que soy nostálgica, y por más que ame viajar y conocer culturas, por más que amo mi vida y no la cambio por nada, y aunque me sorprendo cada día, también sufro un poco, porque quiero regresar a aquellos lugares que me hicieron feliz alguna vez, a aquellas personas que amé, a aquellos momentos que no volverán.

GRACIAS ATITLÁN

 

Si vas a viajar al Lago Atitlán supongo que no querrás perderte de las Pirámides del Mirador, donde esta la pirámide más grande del mundo o que pueden interesarte algunos lugares en Salvador, México y Belice.