Oasis de la Huacachina… después de la tormenta

El oasis fue el lugar que más me inspiro en todo el viaje.

¿que hacer durante un mes en el oasis de la Huacachina? Donde quedarte, cómo disfrutarlo al máximo.

También acompáñanos a Arequipa, Mollendo y Camaná,

¿Cómo reciben los peruanos a los extranjeros? ¿Cómo reciben a los colombianos y a los chilenos? Derrotemos los prejuicios y veamos la realidad.

Llegar a la Huacachina fue enfrentar las perdidas en el viaje, luego de perder todo, todas mis fotos mis videos y mi trabajo, llegamos al mejor lugar que hubiéramos podido encontrar y por eso hasta ahora continua siendo: MI LUGAR FAVORITO EN EL MUNDO.

 

Oasis de Huacachina

Caminando por las dunas podemos ver el oasis desde arriba, y al fondo la ciudad de Ica

El lugar más bonito de todo el viaje

 

Durante el tiempo que estuve enferma, no tenía muchos gastos, pues estábamos en casa de familia, solo aportábamos para la alimentación. Jhon continuó yendo al semáforo, yo sacando plata de los ahorros, pues no podía hacer esfuerzos físicos, casi que no podía ni pararme de la cama, después de una infección que me paralizo durante un mes.

 

Salimos para Ica apenas me pude parar, el viaje duró seis horas, dimos una vuelta en el pueblo y todos los hoteles estaban caros y feos. En el terminal los taxistas nos invitaron a seguir al oasis, nos dijeron que allá era donde llegaban los viajeros, así que aceptamos y el taxi nos dejó en el hotel más barato, Hospedaje Rocha, un hotel de una familia hermosa, con piscina, datos de tours, buggies, pagamos treinta soles.

Busca Hotel en la Huacachina, Ica aquí

Piscina del Hospedaje Rocha

Un poco de sol y agua antes de comenzar el día

 

Llegar al oasis de la Huacachina fue lo mejor que nos pudo ocurrir. Yo solo podía producir artesanía, pues el semáforo era demasiado esfuerzo para mi recuperación, y ahí llegamos al lugar perfecto, un lugar de ensueño.

Isa haciendo artesanías

Isa haciendo artesanías

Un oasis en medio del desierto, con una cuadra a la redonda de restaurantes y hoteles, todas las casas con negocios turísticos, excepto la casa roja medio abandonada donde residían los viajeros. El clima era perfecto, caliente en el día y frío (un poco) en las noches.

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Vivir viajando no es tan difícil como parece

 

En el Hotel Rocha pudimos acampar, pues los treinta soles comenzaron a ser demasiado para nuestro presupuesto mochilero; nos cobraban 15 soles por los 2, teníamos hamacas, mesas, sillas, y la piscina, ahí no más. Así que fue un lugar espléndido, cocinábamos con la estufita de gasolina Coleman, y realmente fuimos muy felices allí, tanto que nos quedamos 3 semanas y después volvimos por una más. Invitamos a unos amigos chilenos y luego a unos argentinos. Quienes hicieron nuestra estadía aún más divertida.

Chilenos en Perú. Rompiendo fronteras

 

La verdad que hay muchísimos chilenos en Perú, y muchísimos peruanos en Chile, y si fuera tan terrible no podrían estar allí. Pero es notable el resentimiento que aún queda después de tantos años desde la guerra. El chileno que acampaba con nosotros fue víctima de este odio, al salir de un supermercado le rompieron el tiquete de compra, lo encerraron en una habitación y lo golpearon.

“aquellos que sueñan con que la humanidad forme una única sociedad y que consideran que su patria es el mundo, tampoco pueden ignorar el fuerte hermetismo de las comunidades”

Augé, M. (2007) Por una antropología de la movilidad, España, Editorial Gedisa, p 19.

El viajero busca reunirse con el otro atravesar fronteras, romperlas, romper prejuicios, y abrazar comunidades, y es por eso que debemos comenzar por reflexionar cada vez que hablemos de alguien que no conocemos.

Juzgar culturas a las que no hemos ido, generalizar a los individuos como ladrones, como amargados o de cualquier forma despectiva solo por ser de una región no es lógico, ni justo, ni inteligente.

 

 ¿Que hacer en la Huacachina durante un mes?

CAMINAR POR LAS DUNAS

Jhon en la Huacachina

La subida es difícil pero cuando llegas es gratificante

 

Isa Huacachina

Arriba de las dunas, se siente la libertad, la inmensidad del desierto, se ve el lejano horizonte.

 

 

Basura en la Huacachina

El viento se lleva rápidamente cualquier basura que dejes por ahí, y toda esta se acumula aquí, arriba de las dunas.

En el Oasis de la Huacachina hay grandes dunas, subimos a grabar, la magnitud del desierto nos dejó perplejos, bajamos corriendo por las dunas y los pies se enterraban casi hasta las rodillas, se sentía como si la gravedad fuera mucho menor, podíamos correr, caer y saltar, como niños chiquitos, era como estar en la luna. También íbamos a hacer sandboard y era muy divertido, pues al caer la arena amortiguaba los golpes. En el hotel nos prestaban las tablas y nos tirábamos por las dunas tratando de mantener el equilibrio, también alquilan las tablas por 4 soles al pie de la laguna.

 

La mayor parte de los días, nos quedábamos parchando (exponiendo las artesanías) todo el día, o en su defecto produciendo artesanías para venderlas el fin de semana, pero a pesar de todo el trabajo estábamos en la piscina y en un lugar hermoso, vivíamos más tranquilos y felices.

 

  • Estuvimos durante un mes en este pequeño oasis, todo el mundo nos preguntaba “¿Qué hicieron durante tanto tiempo en un oasis tan pequeño?”.
  •  Para algunos es increíble escuchar la respuesta: “Descansar y disfrutar”
  • Es difícil encontrar un lugar mejor para descansar. No entendía cuando me preguntaban como había podido pasar allí un mes. Si puedo estar en mi casa un mes, encerrada , pues también puedo estar en un oasis un mes. ¿Cómo no? ¡Si es estar como en un sueño! Incluso al irme quedé añorándolo, y todavía después de 3 años continúo añorando, pero claro, la vida sigue y…¡hay muchos oasis por descubrir!.
  • Otro motivo para quedarse un mes en un oasis: Después de cuatro o cinco meses de viaje, después de una enfermedad, después de estar moviéndose rápidamente por tantos lugares, es bueno, un descanso, sobre todo si es un lugar donde «no hay nada que hacer»:

 

 

  • Nuestra rutina en el oasis:
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    Levantarse con los pajaritos (tipo 8 o 9 que es cuando abren la tienda para comprar lo del desayuno)

     

  • Hacer un cafecito y un desayuno con huevitos 🙂
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    Darse un chapuzón en la piscina, luego asolearse un rato mientras tejíamos macramé

     

    Colmillos de tiburones prehistóricos

    Ir a vender artesanías (estos colmillo son fósiles de tiburones prehistóricos que se encuentran en el desierto, 😛 nos los prestaron para la foto, para chicanear / alardear))

    …o ir al semáforo de Ica, ir a almorzar probando las innumerables opciones que te ofrecen los restaurantes (mmm! Delicioso), disfrutar el atardecer, volver a entrar a la piscina, salir a cenar, conocer cada persona del oasis, hacerse amigo de ellos, saludarlos con afecto, conversar… (ahí es donde comienza el apego con los lugares, cuando ya sabes que tienes amigos en ese lugar, y te alegra pensar en volver a verlos, y te entristece pensar en no volver a verlos)

    • Claro que si vas de turista (por poco tiempo) también hay planes muy atractivos, la comida es deliciosa, los pallares, (son frijoles que se dan solamente en esa zona del país, solo son tradicionales Perú y son deliciosos.)_MG_7825
    • También están los viajes en Buggies, una experiencia imperdible e inolvidable, emocionante, fascinante y energética.
      Buggies

      Los buggies llevan a los turistas a observar al atardecer

      Sandboard

      Campeonato de sandboarding

      La montada en Sandboard, que puede ser profesional o aficionado (cuando estuvimos hubo un campeonato),

      IMG_4846También puedes subir a una duna y apreciar la inmensidad del desierto, lo lejos que se puede ver el horizonte, la magnitud del cielo, y después subir a la otra y ver desde otra perspectiva. Subir es muy difícil (aunque un poco de ejercicio no puede hacerte mal) y luego bajar  mucho mejor y divertido.

 

¿Viajando en silla de ruedas? Si.

 

Una vez más un viajero en silla de ruedas que demestra que si se puede.

Entre los viajeros estaba Iván un hombre de unos 40 años que había quedado paralítico, tras el accidente aprendió a trabajar la alpaca y luego el macramé; tejía de una manera ejemplar de tejer, las pulseras eran duras como si tuvieran un alma, pero todo lo hacía apretando los nudos. La cantidad de collares, pulseras y piedras semipreciosas que tenía, sorprendía a cualquiera que pasara frente a su paño.

 

Viajando nunca estas solo

  • Si te da miedo estar solo, has de saber que hay muchísimos viajeros como tu, viajando solos, hay otros acompañados, pero siempre en busca y con la mente y el corazón abierto para conocer gente. De hecho, cuando dos viajeros se cruzan en la calle:
  • Regla #1: Saludar. A partir de ese momento para de ser un extraño a ser un amigo, un confidente, un ayudante o incluso familia.
  • Regla #2: Compartir: hay muchos lugares donde los viajeros comparten la comida en los hospedajes en el parche, todos comparten y todos comen 🙂 … todo lo que das se devuelve multiplicado, el desapego es la mayor dicha del viaje.

 

El viaje está lleno de reencuentros.

 

Cuando viajamos siempre nos encontramos con viajeros que hemos conocido en otros lugares, pues casi siempre siguen la misma ruta, van a los mismos lugares (los más turísticos) así que Latinoamérica termina siendo como un pequeño pueblo, donde no puedes pasar de incógnito pues todo el tiempo te encontraras con los mismos viajeros. ( Viajeros = familia = amigos)

Muchos viajeros me han dicho en el camino:

Más que los lugares, lo que más me gusta de viajar son las personas que he conocido.

Nos encontramos con David, un artesano bogotano había perdido su equipaje porque lo habían robado, los primeros días de la semana se encerraba a producir y tenían un gran parche (conjunto de artesanías) que se caracterizaba, como todos los parches de los colombianos, por un gran colorido contrastante con los marrones o negros de los otros artesanos.

Nos encontramos con algunos de los viajeros que habían estado en Máncora, unos argentinos que siempre nos brindaban comida, cerveza y hasta colaboraban en los restaurantes cuando pasábamos la gorra.

Nos encontramos con un viajero que conocí en mi primer viaje a Perú en el 2006.

Nos encontramos con amigos colombianos que iban de turismo o estaban viviendo en Perú.

E incluso nos seguimos encontrando con muchos de los que conocemosen La Huacachina en los viajes posteriores, por Suramérica y Colombia.

 

 

Aprovecha la situación y huye

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  • Siempre sabemos que corremos el riesgo de enamorarnos tanto de un lugar que no podamos salir de ahí para siempre. Por eso aprovechamos estábamos tan enamorados del oasis que teníamos que buscar una excusa para salir.

 

Los primeros tres días de la semana habían advertido que no nos iban a dejar trabajar porque llegaría el ministro de turismo, así que decidimos aprovechar la ocasión para empacar maletas y seguir el viaje, pues ya llevábamos tres semanas en aquel hermoso oasis; y así lo hicieron todos, incluso la chica de La Casa Roja (donde se quedaban la mayoría de los viajeros), todos se fueron y ella entregó la casa a su dueño.

 

 “el impulso de la vida errante, la fuga, están profundamente integrados en nuestra estructura”

Maffesoli, M. (2004) El nomadismo vagabundeos iniciáticos, México, Fondo de cultura económica, p 38

 

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Arequipa

Arequipa es una ciudad de sillar (piedra volcánica extraviad de los tres hermosos volcanes que la rodean.)

Seguimos hasta Arequipa con algunos de los locos y allá encontramos muchos de los que habíamos conocido en el Oasis de la Huacachina. Nos quedamos ahí alrededor de tres semanas, con el fin de comprar algunas cosas que solo se conseguían en una ciudad grande, encontramos una casa muy amena con una gran cocina y un patio afuera, había muchos viajeros, incluso un estadounidense que vendía trufas en la calle y jugaba swing mejor que nadie, pero no le gustaba el semáforo. Al llegar navidad acordamos con unos viajeros para ir al mar que quedaba a dos horas de la ciudad.

 

Camaná

Ruta Arequipa- Camaná

Paisajes de Arequipa a Camaná

El 23 de diciembre salimos para Camaná, nos habían dicho que se vendía bien y que era bonito, al llegar nos contó la policía que unos extranjeros habían matado un par de viejos para robarlos y por lo tanto había mucho odio con los extranjeros.

Casitas en el desierto

Estas mini-casitas se encuentran de camino a las playas. Me pregunto si cabe la cama adentro, ¿cómo es la vida en medio de este calor, la falta de agua, y en este encierro?

 

En Camaná dormimos en la playa en carpa, el primer día, pues llegamos en la noche y no sabíamos a donde llegar, había muchos jóvenes, que no dejaban descansar, luego encontramos un hotel por veinte soles y nos permitieron quedarnos hasta el 27 de diciembre, pues ese día subían los precios a ochenta soles por persona. Estuvimos vendiendo artesanías en la playa que se llenaba de gente al medio día, tocaba caminar ofreciendo porque la gente se sentaba a ver el mar y los restaurantes les llevaban el almuerzo hasta la playa y no caminaban desde que llegaban hasta que se iban.

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Río Camaná

El río Camaná esta rodeado de verde, es una franja en medio del desierto que brinda alimento y agua.


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Gran recibimiento de los Peruanos a los Colombianos

 

  • Desde que llegamos a Perú nos trataron increíble, todos con mucho amor, con afecto, nunca imagine que los Colombianos fuéramos tan bien recibidos en todas partes. Y en Perú fue uno de los países donde mejor nos trataron por ser Colombianos.

 

Viajábamos con un sombrero vueltiao y la gente al identificarnos como colombianos nos llamaba dándonos una gran bienvenida al país, nos ofrecían trago y nos presionaban para tomar, nos compraban artesanías por montones como excusa para conversar con nosotros y averiguar nuestras vidas.

Isa en Camaná

Bañandonos en las playas de Camaná

 

 

El hombre peruano siempre invita a la mujer

 

Cuando ofrecíamos a las parejas o a un grupo de jóvenes, las mujeres esperaban a que ellos decidieran si iban a hacerles un regalo. Él era el que daba el sí o el no. Al final yo le ofrecía directamente a ellos,  solo vimos una mujer que dejo callado a todo el mundo cuando saco la plata de su bolsillo para comprarse lo que quería, en la tarde ya con los mangueros vacíos y nosotros mariados (mariados: (de perú) alcoholizado.) por todo el licor que nos ofrecían, nos íbamos a comer a un buen restaurante a ver películas y a producir más artesanías para la noche siguiente.

 

24 de diciembre de viaje a la playa

 viaje a dedo

En la noche buena preparamos comida con una francesa que estaba saliendo con uno de los locos y  luego tomamos vino en melón con frutas y pisco. Hicimos una fogata y escuchamos música con un equipo portátil de uno de los viajeros.

Cuando estuve en Cali la francesa llegó y se hospedó en mi casa! con mucha suerte porque estaba enferma y así pude cuidarla y compartir con ella después de tantos años.

 

Cuando un viajero pierde su mochila (maleta) pierde TODO

 

Eran dos argentinos, Ángel era un artesano que trabajaba el alambre de manera creativa, todo el mundo admiraba enormemente su trabajo, le habían robado todo lo que tenía en Tumbes, ciudad fronteriza de Perú con Ecuador y esto lo había llevado a una enorme depresión. Se fue para Lobitos y recomenzó su vida en ese hermoso lugar, pero todavía no había vuelto a agrandar su parche. Tenía un pequeño tablero con aretes martillados, anillos de piedras con acabados fluidos y exóticos y un pequeño manguero. Cuando fuimos a la playa comenzó a salir al semáforo con Yonathan, el otro argentino, no les iba bien, pues se les caían las clavas todo el tiempo y ganaban menos de la mitad que nosotros, permaneciendo todo el día en el semáforo a pleno sol. De todas maneras estaba feliz, le encantaba la nueva experiencia y no se cambiaba por nadie.