Verano en Portugal por Lisboa, playas del sur y Oporto

Lo primero que nos asombró en Portugal fueron los pisos de piedras; mármol blanco y negro formaban figuras en el suelo, un mosaico que creado por cubos de piedra puestos a mano, creando un sin fin de figuras que parecían sonar cada vez que las pisábamos. Cada calle diferente de la otra. Un trabajo sorprendente y admirable, pensábamos en aquellos que trabajaron en sus pisos y nunca hubiésemos imaginado que estos nos acompañarían durante todo el viaje por Portugal.

Viajamos desde la frontera en un Amovens, (carro compartido) y nos llevó un joven que sabía hablar español. Nunca supimos si entendíamos el portugués o si la gente nos estaba hablando en portuñol.

Lisboa

Los azulejos de Lisboa

Cuando pienso en Lisboa veo azulejos, que parecen moverse en los muros, azulejos con formas y colores distintos, algunos pintados a mano de forma rústica, otros repetidos.

Veo esas grandes casas con balcones, veo los árboles, la grandeza de sus casas, y las innumerables posibilidades que hay en un azulejo.

Antes solo los había imaginado en los baños, ahora había visto lo bellos que pueden ser expuestos al sol, exhibidos con orgullo en las calles; ninguno se repite, y cada uno es más bello que el anterior.

En Lisboa es imposible guardar la cámara!

El tranvía de Lisboa

También veo el tranvía que pasa por las calles con sus bellos colores, y que te lleva inmediatamente a otra época, a imaginarte las épocas en las que la gente vestía elegantemente.

Mercado da Ribeira

Descubrimos el Mercado da Ribeira, un mercado para turistas, con hay 3 chefs con estrellas Michelin, entonces era una parada obligada y ahí nos comimos el famoso bacalao, plato obligado de un viaje a Lisboa, deliciosísimo, un mercado sorprendente y completamente recomendado.

Comer caracoles

Luego caminando por las calles descubrimos los «caracois«. Si, son caracoles, en cada esquina mientras los portugueses beben cerveza comen caracois. ¿Y como no probarlos? Así que buscamos el lugar más tradicional, donde vimos jóvenes portuguesas comiendo unos platos grandísimos, y para nuestra sorpresa costaban 4 euros, y enfrente 15, y pueden creer que quedamos llenísimas y además que estaban buenísimos. Los hacen con algún licor y salsa inglesa seguramente.  No nos quedó ni uno en el plato.

Cuando llueve hay muchos caracoles! Chiquitos ricos y cómo llenan! Perfectos para acompañar una cerveja! Mama muestra como se comen!

Una publicación compartida de Isabel Montaño (@guia_para_mochileros) el 19 de Jun de 2017 a la(s) 5:42 PDT

La torre de Belem y el tren de Lisboa

Luego decidimos ir a la Torre de Belem, gran emblema de Portugal, y por suerte tocaba ir en tren! Como en nuestro país (Colombia) quitaron el tren para remplazarlo por ineficaces y costosos buses entonces nos dio mucha felicidad poder andar en tren.

Monasterio de los Jeronimos

Y resulta que llegamos justo enfrente de la estación estaba el Monasterio de los Jerónimos con sus bellas esculturas, y ahí, la tumba del navegante Vasco de Gama y del poeta Luis Camoes. Y enfrente un delicioso parque para dormir en el prado. Luego de descansar un poco.

Caminamos a la Torre, vimos los maravillosos músicos que seguramente también eran viajeros llegados de algún lugar del planeta, después de tomarles un millón de fotos y de admirar la torre por cada uno de sus lados, volvimos cansadas a casa (hostal) a aguantarnos una fiesta electrónica que había en el primer piso. :O

Portimão

Fuimos a Portimão a visitar a un gran amigo que conocí en Belice, y qué mejor que llegar a casa de alguien, visitar amigos, y conocer la vida portuguesa. Fueron unos días de mucho descanso, descansamos de los hoteles, del afán del viaje, de los lugares turísticos.

Salimos a caminar las calles, a recorrer toda la ciudad a pie, encontramos donde comían los locales, y caminamos donde caminaban los locales, salimos del circuito turístico que es una parte super necesaria en todo viaje.

Alvor

Fuimos también a Alvor una playa larga y hermosa, donde van muchos turistas amantes del golf, y ahí nos invitaron a comer en Gastrobar 13 Alvor, un restaurante deliciosísimo! Lleno de plantas, al aire libre y música en vivo. ¡Imperdible si visitas Alvor!

Sagres

También tuvimos la suerte de poder visitar Sagres, a punta de Portugal donde termina el continente, en un pequeño apéndice de tierra, donde termina el continente europeo, y cuando miras el horizonte solo hay mar y más allá está América . El viento es fuertísimo, y la energía aún más, debajo hay grutas que llegan hasta el mar, y desde las que retumban las olas que chocan contra el acantilado, y suenan como si estuvieran ahí no más. Mi madre, botánica, estaba hipnotizada por cada planta que veía, por cada flor, recogiéndolas y recogiendo muestras. Yo con cámara en mano y con ganas de mostrarles cada fragmento, cada sensación, cada sonido.

Ciudad de Arena, Pêra, Algarve

Vimos las propagandas de esta ciudad de Arena, Pêra, Algarve

Yo he visto delfines, tortugas, cocodrilos, pero nunca una gran escultura en arena, ¿porque no vamos? Está cerca…

Dos horas de viaje en Portugal pueden convertirse en 5 si no tienes auto,  moverse en buses en Portugal es super complicado, yo recomiendo alquilar auto si el bolsillo lo permite o echar dedo.

Saliendo de este parque nos llevaron hasta la mitad del camino y luego nos dio por tomar un bus que tocaba esperar una hora, el bus pasa siempre hasta muy temprano y cada 2 horas. Al final pudimos ver todo, aunque siempre presionadas por el tiempo. Igual esta ciudad de arena es super recomendada, muchos artistas la construyen.

Oporto en fiestas de Sao Joao

Entre más viajas más gente conoces alrededor del mundo y en San Pancho, México había conocido una chica artesana que me invitó a su pueblo cerca de Oporto.

Nos sentimos como en casa, disfrutamos, reímos, paseamos. Fue una visita que no olvidaremos nunca porque nos divertimos mucho.

Por suerte, llegamos justo para las fiestas de Sao Joao, (San Juan) que son la más grande celebración de Oporto, es super chistoso, la gente saca martillos de plástico, (lo que llamamos chipotes) y golpean a los extraños, incluyéndolo a uno, y también se usan flores de ajo para ponérselos en la cara a la gente.

Entre más seria este la gente más ganas de «joderlo» te dan! y juácatelas!

La gente se muere de la risa, gritan y ríen. Hasta a los policías los molestábamos. Y no paramos de reírnos.

Además se comen sardinas asadas en carbón y acompañadas con cerveza.

Llegamos a Porto a visitar unos amigos artesanos que conocí en Mexico… y por suerte nos tocaron las fiestas de São João… con martillos de plastico te golpean la cabeza y te ponen flores de ajo en la cara!!! Muy divertido… hasta el más serio se rie!

Una publicación compartida de Isabel Montaño (@guia_para_mochileros) el 25 de Jun de 2017 a la(s) 6:14 PDT

Probamos el vino verde, que es un vino espumoso. No es verde, puede ser blanco, rojo o rosado, pero así se llama vino verde.

Y comimos sopa verde! Deliciosísima! Y además la hicimos en casa:

Se cocina la papa con el chorizo en agua, luego se saca el chorizo y se licúa la sopa (o se macera) luego se agrega la col gallega picada en tiritas super delgaditas, se cocina 5 minutos, y listo!

Portugal es maravilloso, sin duda un país que me encantaría visitar de nuevo y recorrer muchísimos lugares más, playas, montañas, norte y sur. Y este pequeño abrebocas, es sin duda una excusa para visitarlo con más ganas. Gracias Portugal!

Nuestros gastos para las 2 por 15 días

(Solo pagamos tres días de hospedaje en un hostal no muy recomendado por el ruido nocturno)

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