Katmandú Nepal | Amor a primera vista

Encontré un templo , y entre unos cuantos metros, hasta que se dieron cuenta y me sacaron, pues hay templos que son solo para hinduistas y los turistas están prohibidos. Se ve bastante oscuro y extraño adentro. Me quede con las ganas de ver que pasaba ahí.

Luego esta la entrada a las ruinas del templo budista, en la montaña. Este como los otros templos tiene un lado donde cobran y otro donde no. Como yo llegué por el que cobran, pagué 10 dólares; realmente vale la pena. Este templo está en reconstrucción.

A la entrada había unos hombres subiendo ladrillos en canastas que sostienen en su cabeza; es una gran subida, difícil, hasta para uno, que solo carga la cámara fotográfica.

En la parte de arriba del templo hay muchas ruinas, aunque todavía se ve la estructura del lugar marcado por la historia de este triste acontecimiento: el terremoto de abril del 2015. También hay muchos monos, muy graciosos, que no se acercan a uno, y hasta miedo le tienen.

Siguiendo por el mismo camino encontramos una cantidad enorme de templos y estupas, y el río donde queman a los muertos, ahí se ven hombres Sadhus con sus vestidos anaranjados, flores de plástico en el pelo y cubiertos de cenizas de las cremaciones; según leí en algún articulo en internet, de dudosa procedencia, hasta se comen los cadáveres.

Alrededor del río está la gente viendo como queman los muertos, a diferencia de India acá no hay problemas con tomar fotos, y si ellos no tienen problemas ya depende de ti si quieres tomarlas o no. Los muertos los cubren con una manta y los llenan de flores para luego ponerlos a la orilla del río y quemarlos, creando una gran humareda y olor a carne quemada.

Al atravesar el puente me crucé con un guía que explicaba a unos turistas que debían tener cuidado con la gente que estaba a su alrededor, pues muchos se acercaban con malas intenciones y podían meterles las manos a los bolsillos o engañarlos.

Hay un gran templo, solo para hinduistas, me hubiera gustado ser morena y usar un «saree» (vestido) para poder entrar, si alguien lo ha hecho me gustaría que me contara como es ahí adentro. La entrada principal es una gran puerta y detrás de ella hay un toro gigante que te recibe con sus grandes gónadas (bolas, guevas) colgando. Le di vueltas al templo por todos sus lados, con la gran ilusión de ver que pasaba ahí adentro, pero no entendí nada.

Patan Durbar Square

Dioses protectores en Katmandú Nepal

Todos los templos de Nepal son interesantísimos. Este al igual que los otros tiene muchos ruinas en el suelo. Yo me pegué a un grupo de turistas que llevaban guía para conocer detalles e historia; hay grandes tallas de madera, esculturas de dioses con calaveras, (como la que se puede ver en la imagen de arriba), un museo super interesante, con dioses de muchos brazos teniendo sexo, extraterrestres meditando, músicos, dioses de muchas cabezas.

La religión en Nepal consiste en una mezcla entre el budismo y el hinduismo habiendo dioses hinduistas dentro de los templos budistas. También hay templos budistas donde si puede entrar el turismo, donde encontrarás dioses hinduistas y a budha en el mismo templo.

Los dioses tienen rostros malvados, pero como en la mayoría de las religiones politeístas, los dioses pueden ser malos y buenos dependiendo de la situación; pueden ser amorosos, celosos, odiosos, malvados y generosos.

Katmandú Durbar Square

Bhairava corta cabeza de Brahma

El museo de Katmandú no vale la pena. Pues el edificio que seguramente era muy hermoso se ha caído, y lo único que quedan es maquetas de como era antes, y fotografías de las ruinas y la reconstrucción que seguramente se pueden ver por internet.

Sin embargo la plaza de Katmandu Durbar Square es super interesante, está llena de gente local caminando, haciendo música comiendo, y los edificios están rodeados de dioses con cabezas de animales, son protectores de los templos y de la humanidad. Entre ellos esta este horripilante dios llamado Bhairava que según una de las teorías, (pues siempre hay muchas historias para explicar una representación de un Dios) es una forma de Shiva, (pues cada dios tiene varios nombres y varias formas) y fue él quien cortó la cabeza de Bhrama al sentir celos de poder.

Kumari Temple

Este templo está ubicado en la plaza Katmandu Durbar Square, de la que hablábamos antes y tiene adentro a la diosa Kumari, una diosa en vida, que tiene 5 años de edad. Esta diosa es elegida desde que esta muy pequeña, la ponen a prueba teniendo que tener rasgos físicos de perfección y una salud excelente. Para ser elegida debe quedarse sola en una habitación con cabezas de vacas muertas y tiene que resistir sin llorar. Al momento de su menstruación o si tiene alguna cortada o accidente que la haga sangrar deja de ser diosa y se debe elegir una nueva.

Hay tres teorías de la aparición de esta diosa. La primera es que el rey (reencarnación de el Dios Bishnu), salía con una diosa y cuando su esposa los descubrió la diosa se transformó en niña pequeña, otra es que el rey abusaba de niñas pequeñas y cuando una de ellas murió el rey dijo que reencarnaría en una diosa niña virgen. También se dice que abuso de una diosa y la diosa tomó la forma de una niña pequeña,

Para mayor información leer kumari en wikipedia en ingles. (en español viene muy poca información, así que es preferible leer con el traductor)

Swayambhunath Temple

Este es un templo que tiene una vista increíble, pues está arriba de la montaña. Van muchos hinduistas y locales, aunque también es tan turístico que hay muchas tiendas arriba que venden cosas, y no por eso deja de ser interesante.
Hay budas llenos de collares de oro, lujo y muchos billetes que la gente les deja como donaciones.

Hay ruedas que están girando constantemente por los fieles que pasan a rezar ahí, muchísimas estupas, y también hay un Buda al que uno puede jugar a tirarle monedas, junto a esta estatua hay un señor que trabaja cambiando los billetes por monedas.

Es interesante ver esa mezcla de hinduismo y su relación tan abierta con el dinero. Pues aquí el budismo no renuncia a la riqueza sino todo lo contrario es una apología de ella, y lo primero que se hace al entrar a un templo es dejar un billete.
Aquí los monos no le tienen miedo a la gente y la agarran de la bufanda o de cualquier prenda para que les den comida, están super acostumbrados a esta interacción con la gente.

Baktapur 15 dólares (17 agosto)

Tomé el bus a Bhaktapur, preguntando con señas, donde tomarlo y recibiendo respuestas inconcretas. El viaje fue hermoso, es pequeño pueblo, con gran densidad de población, calles repletas de gente.

El templo lo están arreglando también, es una belleza, y lo mejor de todo es el museo que es baratísimo y super interesante.

Museo: 1,5 dólares (arte, madera y bronce)

Hay pinturas de dioses de muchas cabezas y brazos teniendo sexo con otras diosas. Tienen abrigos de elefantes, humanos, tigres y collares con cabezas, caras miedosas, que representan la felicidad, la meditación y las practicas espirituales.

Nagarkot ( no fui)

Se pueden ver los Himalayas, pero como estaba nublado no subí.

Katmandú tiene numerosos templos y todos vale la pena visitarlos, son construcciones super antiguas que fueron destruidas por el terremoto, debían ser mucho mejores antes; pero aún ahora podemos ver los trabajos en madera, en piedra y en ladrillo, podemos admirar la cultura y ver esos monstruos que protegen cada esquina.

¿Qué son los monstruos?

En cada esquina o templo de Katmandú hay criaturas miedosísimas, al principio no quería ni hablar de ellas, porque no entendía que pasaba, dónde crecí estoy acostumbrada a adorar a un dios semidesnudo con un armonioso cuerpo y rostro perfecto, o a un divino niño, pero acá son criaturas que muestran los colmillos, a veces son figuras sangrientas con huecos y pintura roja en la frente que parecen balazos, con calaveras en sus manos en su cuerpos colgando o a sus pies como si fueran trofeos, llevan armas en sus manos y muestran, lenguas largas y bífidas. Son a veces gordos o a veces huesudos como la muerte, aterradores como en las pesadillas que nunca e tenido y que no le deseo a nadie.

Muchos días los observe de lejos temiendo entrar a sus templos, temiendo mirarlos de cerca. Hasta que le pregunté a un local que me dijo “ellos son los dioses que cuidan el templo” como estaba frente al templo de Kumari me dijo “ellos cuidan a la diosa Kumari, cuidan las casas, nos protegen” Entonces mi percepción cambió, claro si fueran bonitos no podrían asustar a ninguna hombre malo, a un malevolo demonio. Al menos nadie acá en Nepal, aquí se necesitan dioses tenebrosos que protejan cada rincón de la ciudad, y entre mas miedosos, malos y maquiavélicos parezcan mejores son. Aunque la gente de Nepal se destaca por lo amorosa y respetuosa, y por lo cariñosos que son (al menos eso vi yo).

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Visa de Tailandia en Nepal

Fui a Nepal principalmente para pedir la visa para Tailandia pues “en un arrebato de mi vida loca” había comprado ese pasaje para huir de India, sin saber que necesitaba una visa. Y estando en India tenía 2 opciones, New Delhi donde había estado 15 días esperando mi maleta que se perdió en el avión, o Nepal. Ya no quería volver al bullicio de Delhi quería un poco de paz. Y eso fue lo que encontré en Nepal.

-Documentos para la visa de Tailandia en Nepal

• pasaporte con 6 meses de valides
• 3 formularios de solicitud de visa
• 3 fotos tamaño pasaporte (sin gafas, ni sombrero, de frente)
• confirmación de vuelo de entrada y salida y su fotocopia
• 6 meses de extractos bancarios (800 dólares mínimo)
• pago en el banco de Katmandú 3,500NRs per entry

Información adicional sobre la Visa a Tailandia

Porqué no visité otras zonas de Nepal

Llegué, e inmediatamente me puse a conseguir los documentos para tener la visa de Tailandia , pero se demoró 5 días, como tan solo tenía 15 días en Nepal y me esperaba un viaje titánico para llegar hasta Kolkata (Calcuta) dónde tomaría mi vuelo a Tailandia, pues decidí quedarme descansando en la ciudad y mas bien conocerla bien.

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Así que me fui a ver todos los templos patrimonio de la humanidad por la Unesco que hay en Katmandú y que como no son pocos me ocuparon todos los días.

La seguridad en Katmandú, Nepal

Decidí casi siempre irme caminando, por lo que recorría toda la ciudad, comía en restaurantes locales, veía calles, barrios, gente.

Solo una vez tuve un poco de temor al meterme en una zona medio peligrosa, pero debo decirles que por lo general siento que es una ciudad muy tranquila, que aquí si no temía andar con mi cámara y tomar fotos por la calle, que no temía que me cogiera la tarde, ni tenía que estar pendiente de que alguien me persiguiera porque no ocurría, mmm o si, ocurrió una vez, pero no fue miedo lo que me dio. Era un viejo que me siguió en la subida a un templo, tal vez solo tenia curiosidad de ver una turista, al final ni se, solo estuve pendiente de perderlo de vista.

Cada templo fue más hermoso que el anterior. Cada detalle me sorprendió. Simplemente caminar por las calles del centro de Nepal y perderse en sus callejones era fascinante.

La comida en Katmandú, Nepal

Explorar el Thamel, y los restaurantes coreanos, japoneses y chinos era una experiencia maravillosa. Debo confesar que no fui amante de la comida nepali, específicamente el Thali no me gustó. Aunque costara 1 dólar y se pudiera repetir indefinidamente, pero los chicos de Marcandoelpolo no piensan lo mismo. Aunque si estoy de acuerdo con que los momos son una obra de arte, simple y deliciosa, la manera de prepararlos al vapor, en esas ollas gigantes, de ponerles salsa verde. mmmh! creo que eso si me gustó. Pero lo que más me gustó son los dulces, aunque no soy dulcera son unos excelentes pasteleros.

Pero nunca voy a negar tampoco que lo que más feliz me hizo fueron los tradicionales restaurantes chinos y japoneses donde comía por 5 dólares.

¿De qué me arrepentí?

De no haberme quedado unos días en Bhaktapur. Es un pequeño pueblito cerca de Katmandú donde fui solo durante el día, y volví en la tarde, y es que se veía tan tranquilo ahí, los viejos sentados en la calle sin nada para hacer, a veces solo mirando a la calle y viendo quien pasa, a veces jugando con piedras y palitos (literalmente) un juego que no logré entender. Las mujeres llenas de oro en la nariz, las orejas, el cuello y las manos, y todas las casas de compra y venda de oro llenesitas. Cada calle más fotografiable que la anterior, cada centímetro del pueblo más tranquilo que el anterior.

Nepal un país al que me gustaría volver y explorar.

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