El viaje como catalizador del cambio
Hablaré del trabajo social y la importancia del viaje como factor fundamental para el cambio social.
Mi experiencia en trabajo social se basa únicamente en la labor realizada en La Legion del Afecto, en la que trabajamos realizando un vídeo: Legion del Afecto, Viaje a Pie por la Colombia Profunda, y trabajamos haciendo acompañamientos en comunidades a lo largo y ancho del país. Y en el trabajo con los discapacitados en Francia.

Gran abrazo a Buenaventura: Manifestación artística luego del escándalo de las casas de pique (casas donde mataban gente y la descuartizaban). 15 días compartiendo y llevando amor a uno de los barrios más estigmatizados.
Encuentro de comunidades
El encuentro de distintas comunidades afectadas en un sector vulnerado tiene una fuerza desmesurada, la potencia, el amor y la valentía de los jóvenes luchadores traspasa todas las barreras, atraviesa corazones y mueve muros y fronteras!
El encuentro de las culturas distintas de la música, los bailes, los cantos y las costumbres impulsa las pasiones, el orgullo, el amor por el arte, por la cultura y por el bienestar de las comunidades, que permite un cambio interior en los jóvenes al sentirse admirados y sentirse parte de una comunidad de alegría.
Trabajo social y viaje
El trabajo social llegó a mí en forma de viaje, y el viaje como centro fundamental del trabajo social, pues es el viaje el que permite el intercambio y por lo tanto el cambio. El viaje necesariamente implica un aprendizaje, una apertura de la mente. Una experiencia de crecimiento constante, de fluir y dejar fluir, de descubrimientos y enseñanzas continuas y comunes con personas distintas, el encuentro con el otro, verme reflejado él, compararme y encontrar diferencias culturales, así como sorpresas, desconciertos.
Es necesario conocer territorio y la cultura, las necesidades, las cualidades y las características de cada territorio para generar decisiones concretas que permitan la reestructuración física y cultural de una población. El cambio debe ser llevado desde adentro, y el territorio debe fluctuar de adentro hacia afuera e igualmente de afuera hacia adentro. El viaje no solo permite llegar a conocer la profundidad de nuestro territorio; los territorios ocultos, ajenos, inhabitados o incluso hermetizados, sino también las riquezas culturales, y naturales, para dedicar la paz al cuidado de la naturaleza; las posibilidades infinitas que existen en los diferentes territorios para solucionar problemas intangibles, que el ser humano debe modificar en un viaje desde el interior de su ser y que sirven para generar intercambios y llegar al equilibrio. No es el viajero el que cambia las comunidades, sino las comunidades las que modifican sus dinámicas al airearse con culturas distintas.
Aprendizaje
El viaje nos obliga a estar atentos a cada detalle, a observar las diferencias, a escuchar para comprender y analizar nuestro entorno para aprender, en este orden de ideas el viajero logra ver, oir, sentir y soñar junto con el otro, con el compañero; a compartir la pasión, soñar, reír y llorar con él. Es llegar a un lugar ajeno, estar atento a los sucesos, respetuoso, dispuesto a escuchar, y aprehender para luego comprender, y compartir sueños y experiencias.

Viaje a pie desde San Vicente del Caguán hasta la Macarena: zona ocupada por guerrilla dónde no entra nadie sin permiso. Encuentro cultural para aportar amor acompañamiento y paz.
Romper prejuicios y amar al otro
Un trabajo social tiene que comenzar por los jóvenes de las comunidades como factores constructores de sociedad, abrir oportunidades, comenzar por valorar al otro, sin prejuicios, como una potencia creadora de bienestar. Y por lo tanto permitir que tanto la comunidad pueda valerse por sí misma de alguna forma distinta a la violencia, como que pueda lograr liberar tiempo para dedicarlo a su comunidad.

Santa Isabel, Cesar. Pueblo que alguna vez tuvo un letrero que decía «Se vende este pueblo». Pueblo que tuvo gente quemada, y cabezas colgadas en sus calles. Que perdió la pesca porque el río lo usaban para regar los monocultivos de palma. Sacralización y acompañamiento a las comunidades con artes. Gran recibimiento de la comunidad.
Dinámica y cambio
El viaje es fundamental en el cambio, una sociedad dinámica permite la transformación. En nuestro caso, Colombia es un país que ha formado su violencia desde los años cincuenta, y esta violencia ha fomentado el hermetismo de las sociedades, que por causa de la desconfianza y el miedo han impedido que nuestros pueblos se nutran con nuevos conocimientos de visitantes y de otras formas de ver el mundo, impidiendo así su transformación.
Romper con el miedo
El miedo actúa como agente paralizador, las acciones efectuadas a partir del miedo son independientes de la razón, el corazón se acelera, el cuerpo suda y el ser se deja llevar por el instinto de supervivencia. Y ese es el miedo: nuestro peor enemigo, y para luchar contra él, debemos estar unidos, apoyarnos afectuosamente, acompañarnos y ocuparnos en la construcción de comunidad, que nos permitan vernos a nosotros mismos de una forma distinta, leer, el sembrar árboles, en ir al río, pintar, bailar, hacer arte con el cuerpo o con la mente.

Acompañamiento a las comunidades del Cesar abatidas por el paramilitarismo. Actualmente en paz pero con grandes heridas.
Intercambio cultural e interno
Un cambio es necesario desde la base de las comunidades desde los jóvenes que viven el conflicto y los niños que comienzan a involucrarse desde los 10 años en él, son ellos quienes deben participar, quienes deben liderar y promover el cambio, son ellos quienes tienen en sus manos a toda una comunidad, quienes son seguidos por otros jóvenes de sus mismas edades y así mismo es necesario el viaje al pasado el intercambio con los viejos, con los adultos, con la comunidad.
Viajar donde nadie viaja
El viaje en un trabajo social, permite llegar a donde nadie llega por miedo o desconfianza, dar una luz de esperanza a aquellas familias que nunca han visto a alguien externo a su comunidad, porque nadie se atreve a entrar. Y este viaje debe estar acompañado de cientos o miles de experiencias, de posibilidades infinitas de trabajo distintas a la violencia, para los jóvenes y los niños.

Acompañamiento a jóvenes y comunidades de Barrancabermeja, zona afectada por la violencia paramilitar.
Posiciones cuestionables del trabajo social
- La violencia no se acaba con violencia sino que incrementa de esa manera, tenemos ahora que ver un cambio a partir del amor, a partir del aire, de la frescura del viaje, de lograr salir del emplazamiento, del enclaustramiento, del miedo, para pensar en otras opciones, en posibilidades de sobrevivencia distintas a las dinámicas de violencia que encaran las sociedades.
- Hemos encontrado con algún trabajo social en el que un experto en violentología, o sociólogo certificado asegura conocer con certeza las causas y soluciones de un pueblo que apenas conoce y que visita cada tres meses dictando una conferencia sobre una pantalla brillante que proyecta en la pared de una habitación cerrada, con cinco viejos que ni siquiera lo escuchan, mujeres adultas que se sientan distraídas al otro lado del salón bajo el discurso incomprensible de aquel elocuente orador. Los jóvenes de las comunidades que conocen los problemas y conocen las soluciones.
EL VIAJE: UN APRENDIZAJE INTERIOR QUE NO VA A CAMBIAR EL MUNDO, PERO QUE HA CAMBIADO MUCHAS VIDAS.
¿O PODRÁ CAMBIARLO?
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