La motivación para el viaje al Cristal Land Arcoiris de Colombia

Después de hablarle pestes a Frank sobre el Arcoíris, decirle que al llegar, muchos hippies malolientes llegarían a abrazarlo y a pegarle los piojos.

-Que el jabón en el Arcoíris estaba prohibido, así como la carne, el alcohol y las drogas.

-Que tendría que cagar en el piso, que la mayoría se limpiaban con la mano y con agua. Con las mismas manos cocinarían una comida que a veces podría ser muy rica, a veces, y la mayor parte de las veces era insípida y aburrida.

-Que tocaba acampar, y que todos creían en supersticiones, en energías, vibraciones, duendes, y hadas, pero que al mismo tiempo era divertido.

Le mostré el post que escribí sobre el arcoiris en Guatemala y Turquía, y el video que hizo Tom Thumb sobre el musical del Rainbow.

Y Frank me convenció de ir, había un encuentro en el Cristal Land de Colombia, y yo no lo conocía y tenía de la curiosidad de conocer la familia Arcoíris de Colombia. Así que arrancamos rumbo a San Agustín.

Llevamos 2 días y 3 noches en el Arcoíris.

Día 1 | La llegada al Arcoíris

Tomamos un carro que nos deja donde dice Arcoíris.

Pero podría habernos dejado más allá. Caminamos con miedo de perdernos. No sé cuanto tiempo. Dicen que media hora.

El cielo amenaza con lluvia. Caen gotas. Si llueve se moja la carpa, el sleeping y la maleta.

Es de noche.

Encontramos la cerca, debemos seguir derecho, hay una moto que nos da indicios de que por ahí se entra. Seguimos.

En medio de un potrero de vacas encontramos dos chicos fumando un tabaco tipo habano. Les preguntamos por el Arcoíris y nos dijeron que siguiéramos la música.

Se escuchan los cantos de la familia, seguramente van a comer pronto.

-Vamos rápido no quiero mojarme.-

El templo del arcoiris

Unas luces eléctricas de Navidad anuncia la llegada.

¿Luces eléctricas? No debe ser aquí. En el Arcoíris están prohibidas las luces eléctricas y todos los aparatos electrónicos.

Entramos y si es.

Nos empiezan a explicar un poco y nos invitan a comer

-lleven en su plato y coman.-

Comimos en el pueblo y estamos llenos pero un poco de comida de bienvenida no está mal.

Ellos están en ayuno porque es luna llena.

Música, canto, baile, fuego y mucha mariguana.

fiesta en el arcoiris

Algún hermano saca clandestinamente la botella de licor.

-¿Quieres un trago? – me dice

-Si, a escondidas dentro de la carpa. – le respondo

-No le hables a nadie – me dice – ya me echaron del Arcoíris.

Lo vi dos días más en el Arcoíris. 

Al final siempre existen los piratas.

La primera noche en el arcoíris | Mojados

Volvemos al fuego y reparten chocolate con mariguana, tomo un poco. No estoy acostumbrada a fumar así que tengo precaución.

La bienvenida a la familia siempre es amorosa.

Abrazos, masajes, caricias. Ya no sé cuándo quieren cariño o cuando quiere llegar más allá.

De pronto comienza a llover y salimos corriendo a la carpa, tratando de tensarla bien, de organizar para que no se moje.

Día 2| Circulo de mujeres y noche de hongos

Me despertó el agua fría que ya comenzaba a pasar por encima de los aislantes, adentro todo estaba inundado flotando dentro de la carpa y al salir veo una corriente de agua que pasaba por debajo de la carpa, todavía no paraba de llover, pero sacamos las maletas a el gran techo principal, para salvar lo que aún estaba seco.

En este Rainbow (Arcoíris) hay techos de teja plástica y metálica. Ahí pasaron cantando toda la noche los hermanos.

Movimos la carpa a un lugar seguro encima de una montañita. Nuestra vecina tenía un plástico recién comprado, le he preguntado si lo necesitaba y me lo ha dado. Aunque después me enteré que aunque lo necesitaba me lo había regalado, pues el piso de la carpa ya dejó de ser impermeable.

Y como amenazaba con llover de nuevo, nos demoramos en ir a comer por quedarnos arreglando y no alcanzamos a cantar.

 

Circulo de mujeres

las chicas Rainbow

Círculo de mujeres!- anuncian las chicas.

Nos vamos para el río a bañarnos. Algunas chicas sacan el jabón de cenizas y hacen caso omiso a la indicación de bañarse lejos del río para que la tierra absorba el jabón y no el río.

Quedamos limpias.

Subimos y terminamos de organizar la carpa. Volvemos a reunirnos con las chicas.

Traen el rapé. Tabaco en polvo, uno mezclado con menta que duele, otro más suaves que no. Con un tubo de bambú en forma de v, que va de la boca a la nariz, se lo sopla uno mismo, duele la cabeza, y sale flema y mocos. Reparten aceite de coco para la piel y desodorante natural de maicena con bicarbonato mezclado con aceite de coco y otros.

Fui a organizar la carpa de nuevo y a comer, pero antes, el círculo alrededor de la comida, circulo de cantos a la paz, cantos al amor, besos en la mejilla a los que están al lado, mi primer círculo en este Arcoiris.

Hace dos años que no venía al Arcoiris, aunque el último fue en Turquía y la música era mejor. Aquí también es bonita, hay música andina, hay música en inglés, pero casi toda en español.

Los hongos

Fiesta alrededor del fuego

Bailamos y cantamos, y cuando ya quedaron pocos alrededor del fuego sacaron los hongos, cada uno le da su intención a un hongo y lo mete en agua de panela.

Tomamos rapé. Hay uno para abrir el plexo solar, otro para trabajar los sentimientos. Yo escojo el segundo. con el primer polvo veo fractales. Todos tomamos el agua de panela.

Después reparten un hongo a cada uno. Los chicos tocan y cantan canciones de amor toda la noche. Fueron dos mitad de hongo que me comí en tres dosis. Y cada una más fuerte que la anterior. Por la mañana me fui a acostar, ya no aguantaba el canto gritón de los hermanos, quienes cantaron canciones de amor toda la noche, quería silencio y recogimiento. Mi cuerpo también se fractalizó.

El baño en el arcoíris

Luna llena, amanecí con el periodo. Me di cuenta al salir del “cagamor”, ese hueco en el piso destinado a cagar con amor, esta vez descubrí un hueco más profundo donde las moscas estaban más lejos pero aún así las sentí. Había había fila para entrar; una persona antes, otra después de mí.

Vamos al río, llevo mi tarro y mi jabón por si acaso.

-¡Qué va! báñate con barro – me dice el hermano.

Así me llené todo el cuerpo desnudo de barro. El paisa, uno de los chicos que estaban en el río nos contó su experiencia viajando desde México sin dinero. Una hermanita le regalo el pasaje para que fuera, pero ya estando adentro lo paró la policía y lo mandaron a Guatemala por no tener dinero. Así que bajó toda Centroamérica sin dinero y sin papeles. Dice que ya no pide comida, pero tampoco trabaja ni usa el dinero, dice que todo llega solo. Viaja a dedo.

Las montañas del arcoiris

Subimos y fuimos a traer agua, los porrones de agua hay que llevarlos por una montaña y pesan mucho. Yo no quería hacerlo pero me dio pena decir que no. Me gusta tomarme los días de descanso recién llego. Y más con el período que me pone débil. Después fue la misión comida. Subir hasta la carretera que está a 1 kilómetro de montaña, a recoger dos camionados de comida, materiales para la construcción de huertas y de casas.

Comida en el Arcoiris

Yo me quedé pues la debilidad del periodo me impide ir. Volvemos en la noche. Los cantos alrededor de la comida son cortos y pocas veces alcanzo a hacerlos. La comida está rica. Por fin abandonamos la sopa de ullucos, hay ensalada falafel y la sopa está riquísima. Se repite una vez.

Después de la comida es el sombrero mágico, donde el que quiere da dinero y él que no, da besitos.  Contaron millones de besos y abrazos, se cuenta el dinero, ayer se recogieron $470.000 pesos y eso que somos como 60 personas o menos. Hoy fueron $170.000, siempre cuentan el dinero después de la comida, y al terminar viene el baile, todos haciendo ruidos raros.

Me siento cansada, entonces me dan un rape super fuerte que duele hasta el cráneo, me hacen un masaje, me quedó un rato más hasta que me da sueño. 

Tan solo 3 semanas más y después empezaría la cuarentena que empezará en el próximo escrito.