Diario de cuarentena es una serie de escritos personales de mi época en el Arcoiris de San Agustín.

  1. Llegada al arcoiris | Antes de la Cuarentena
  2. Comienza la pandemia

Un mes y medio | Antes era libre de irme

Construcción del templo

La cuarentena se alarga. Antes tocaba esperar una semana para ir al Internet y para buscar comida.

Antes era libre de irme, ahora no.

Tampoco me enteré de que dieron un día para volver a casa.

No sé si quiero estar más acá, pero bueno, al final no se puede pensar en algo diferente, esta es mi vida y reduzcámosla a esto.

De acá no podré moverme en un mes, que es lo que dicen que durará la cuarentena. Despe hace 8 años que nunca me he quedado más de mes y medio en un lugar y eso es lo llevo ahora. 

Estoy forzada a estar un tiempo más, y debo disfrutarlo.

Al menos ya se fue el chico que me amenazó, creo que está en otra tierra a 15 minutos de acá, pero el acuerdo dice que no puede volver hasta dentro de un mes.

Ya me quiero ir.

Las fotografías de este articulo son tomadas por https://www.onemanonebikeoneworld.com/

 


Reunión con la guardia indígena

Control en la cuarentena

 

La guardia indígena

Estuvimos en una reunión con la guardia indígena, me llamaron especialmente a mí, por ser la traductora.

Ellos quieren controlar: que salgamos solo el día que nos toca y que no entre nadie de afuera, por eso quieren poner un retén.

Hay pico y cédula, o sea, dependiendo del último número de la cédula solo los colombianos podemos salir un día a la semana para buscar la comida.

El Arcoiris

Los hippies tratan de convencer a la guardia indígena de que comemos vegano y por eso tenemos el cuerpo alcalino,  que comemos cúrcuma y jengibre, y comemos saludable por eso no nos enfermamos.

Les dicen que lavarnos las manos con jabón nos hace más vulnerables a las bacterias, que el aire que respiramos es puro,  que tenemos buen estado físico porque caminamos y cultivamos la tierra.

Llevan una botellita con medicina que tiene ajo, jengibre cúrcuma y miel. Les insisten en que el virus no existe y que es una manipulación de los gobernantes para controlarnos.

Algunos indígenas se convencen de esto y llegan a dudarlo, otros no.

Nos dicen que las noticias los alarman y que prefieren tomar precauciones.

Los campesinos

Los campesinos de la vereda tienen miedo de que la guardia indígena ponga el retén, porque no los conocen y no los van a dejar ir a trabajar.

-No nos va a matar el coronavirus – dicen los campesinos – nos van a matar de hambre.

-O lo ponen ustedes o lo ponemos nosotros- Les dice la guardia indígena

Finalmente los campesinos ceden, porque temen que ante un error, la guardia indígena amarre a alguien a un palo tres días bajo el sol y bajo la lluvia, y lo golpeen.

El retén lo hacen los vecinos y también los de Arcoiris deben participar. Cada día sale alguien diferente para impedir el paso al pueblo, solo pueden salir los que tengan pico y cédula.

Hablamos con los vecinos para comprarles sus verduras, así se nos facilita no tener que salir a comprar comida y a ellos, salir a venderla.


 

cuarentena en el arcoiris

He olvidado llamar a los vecinos, al final no tengo minutos, ni dinero para comprarles. Toca coordinar con alguien que tenga los minutos y el que tiene el dinero está lejos.

Ayer descubrí que el chico del que me gustaba, está con otra. Lo entiendo, pero igual duele. Me estoy levantando el amanecer. Quiero hacer yoga, respiraciones y activarme.

Arregló mi carpa.

El maleficio

Me han robado mi anillo; un anillo que me regalo un israelita en el Rainbow de Guatemala, que cargué durante años como una señal de que llegaría a India, lo perdí en el avión al llegar, y conseguí otro igual.

Me he encontrado al israelita que me lo regaló en este Rainbow de Guatemala, aquí en este lugar.  Se fue hace un mes.

Ahora me han robado el anillo.

Dicen que es brujería, porque este anillo tenía mucha energía y era como un amuleto, que debo limpiarme del hechizo.

Un hermano colombiano me propone hacer magia blanca, para transformar el hechizo en bueno, y también negra para que se le devuelva el maleficio multiplicado por diez al que lo hizo.

Yo no se si creo en eso, y si existe, prefiero no meterme con magia ni blanca ni negra.

Me dicen que haga un altar con tierra, agua, aire y fuego. Lo hago. 

He encontrado una piedra que parece volcánica en mi carpa y una escoba afuera, algo raro, puede ser que yo puse la piedra sin darme cuenta, porque tengo unas para el fogón, y que la escoba alguien la dejó porque pasó por ahí y ya, pero no veo para que una escoba si estamos en el campo.

Igual quemo incienso y hago el altar.

Necesito alejarme, descansar, no puedo irme porque hay cuarentena.

No sé que hacer.

Van dos desilusiones amorosas acá y 1 millón en esta vida.

Parezco una quinceañera.

 

Medidas de cuarentena

medidas de cuarentena

Mi celular no carga y sólo puedo bajar el jueves que es mi pico y cédula.

La guardia indígena vigila la zona. Ya no se puede fumar cigarrillo, ni porro en la carretera.

No dejan salir a la tienda de la vereda sino en pico y cédula. Se baja al pueblo o se va a la tienda, hay que elegir.

En el pueblo solo se puede estar hasta las 3 de la tarde.

Misión mercado en cuarentena

mercado para 60

Convoqué a un círculo con los colombianos para ver que día hay más colombianos que pueden salir para hacer el mercado de la familia, pues los extranjeros no pueden salir porque según la cuarentena ellos son los portadores del virus. Debemos hacer el mercado sin que se den cuenta que es para 60 y sin que nos vean juntos a los que bajamos. Pues cada persona debe caminar sola en la calle y guardar 2 metros de distancia. Además no venden más de dos productos de la misma cosa por persona, y hay escasez de productos. 

Acá dejo una lista del mercado que hacemos para los 60 con los precios.

  • 50kg lentejas  125 000
  • 50kg avena  200 000
  • 30 kg harina de trigo  60 000
  • 2 bultos de papa 70 000
  • 1 bulto de auyama 20 000
  • limon 5000
  • jengibre
  • 1 bulto de repollo 35 000
  • 2 bultos de naranja 40 000
  • 1 caja de pimentón 20 000
  • papaya 30 000
  • 3 racimos de bananos 45 000
  • ajo 15 000
  • 5 kg de sal 4000
  • ají 5000
  • curcuma
  • vinagre 6700
  • especias y hierbas 8000
  • zanahorias 15000
  • pepino 15000
  • cebolla 15000
  • ayota
  • yuca
  • aguacates 15000
  • remolacha
  • lentejas 60 000
  • maiz 50 000
  • habichuela 20000
  • quinua 49000
  • tomate 30 000
  • arroz 18000

Hoy salí a caminar a la montaña pero me convencieron de comer un crep de mariguana antes y salir, como nunca fumo fue muy difícil, espero que mañana sea mejor.

Alguien se ha llevado el cuchillo de mi carpa.

Tantra

círculos y talleres

Hacemos talleres de tanta, esta super interesante.

Hoy sólo estuve en esa respiración muy rápida con la que uno siente cosas raras y deliciosas falta combinarla con la contracción del periné y dicen que con la masturbación también es interesante, es la respiración que se hace en el sexo con frecuencia. Uno se siente como un poco drogado sin estarlo, se hiperventila el cuerpo y luego se retiene el aire, mágico.

Si estas interesado en conocer de respiración te recomiendo los talleres de mi amiga Respiratuamor 

Si no puedo viajar, cambio

Quiero arreglar afuera de mi carpa, hacer la salita esa que quiero, para que las visitas queden más cómodas.

Retomar mi espacio y hacer de nuevo café y clases de ingles y español.

Tengo que hacer la limpieza, centrarme nuevo en mis cosas y olvidarme chicos.

Limpiar mis ropas.

Ojalá siga haciendo el clima de los últimos dos días.

Creo que acá fumo más cigarrillo que afuera.

Mi hamaca la uso menos.

Tengo que volver a visitar otros amigos.

Tal vez es tiempo de alejarme de este campamento y volver a otros, darme unos días para retomar lo que era la vida de antes, estoy igual tranquila, sólo que la cabeza la ocupo varias veces en eso.

 


 

Nueva rutina de cuarentena

cocina antigua

Siguen pasando los días, tranquilos, cocinando aquí y allá.

A veces en casa de mi amigo francés, a veces, muy pocas veces, voy a la comunidad.

He dejado la cocina y los mercados para que los hagan otros, pues ya los extranjeros pueden volver a bajar, la cuarentena decidió que todos somos iguale de vulnerables y cómo llevaban tanto tiempo encerrados algunos se mueren por ir. 

Llevaba quince días sin bajar al pueblo, y ahora me quedé tres días. Aunque de pronto caí en cuenta que venía el sábado y el sábado no se puede salir a la calle. Hay toque de queda por la cuarentena, y multa de un millón de pesos, como 300 dólares, así que me quedaría encerrada todo el fin de semana en el hotel, entonces preferí pagar 20.000 y que me subieran del noche a las tres de la mañana o 4:30 cuando no hay retén.

En el rainbow siempre hay algo que hacer, fiestas y diversión. Hemos hecho fiesta de psi trance, fiesta de rock, pizza party, fiesta latina. Se murmura en el pueblo que hay fiestas acá arriba, y quieren traernos a la policía. 

Hace rato no veía el cuaderno de mi diario de cuarentena, ya se llenó de moho.

Llueve mucho, acaba de empezar a llover mientras mis amigos de Bogotá van por leña.

Hay que subir una montaña hasta la casa del vecino y luego bajar el doble, llegar hasta el río y atravesarlo para llegar donde están los palos grandes que llevan varios años caídos y que están secos. Después hay que devolverse cargando el más pesado que uno pueda por esa loma, es un ejercicio muy bueno. Yo traje una tabla para una mesa aunque me gustaría otra para arreglar mi campamento y que no se deslice la tierra de la plataforma de mi carpa.

Un campesino amenazado

cocina arcoiris

Días antes, llegó un campesino a visitar la tierra.

Por esos días se decía de que vendrían los guerrilleros a ver la tierra y ver que estuviéramos portándonos bien durante la cuarentena .

Por eso decidí sentarme a hablar con este hombre. Me pregunta por las mujeres, le digo que están todas ocupadas, y que ellas no quieren que venga gente buscando mujeres, que si viene con esa intención mejor que se vaya.

Entonces me pongo a cocinar porque veo que el solo está interesado en buscar mujeres. Se hace a mi lado para ayudarme a pelar papas y me pide perdón muchas veces.

Entonces llega el hermano del Huila y se hace al otro lado mío a pelar papas también. Me sorprende, pues él es muy colaborador, pero nunca ayuda en la cocina, aunque sabe pelar papas como un profesional.

De pronto empieza a murmurar entre diente cosas que no entiendo muy bien.

-Usted mató a mi amigo – le dice

-Me está confundiendo- responde el campesino

-Se fue sin pagarme la plata de la pelea de gallos que apostamos – le insiste el hermano del Huila

-Me está confundiendo- insiste el campesino

-No se haga el bobo, usted fue.

En ese momento el hermano del Huila levanta el cuchillo al campesino, y yo estoy en la mitad. El otro hombre también tiene un cuchillo. Si yo me quito van a haber problemas. Si me quedo puedo resultar lastimada.

-Si van a pelear, se van para afuera – les digo- Este es un territorio de paz, y acá no podemos tener más problemas, ni con la guerrilla, ni con la policía. Vayan a pelear afuera. – Insisto

-Si señorita – me responde el hermano del Huila.

Entonces llega una hermana que también está cocinando y se lleva al hermano del Huila.

-Perdone la molestia – le digo al campesino- si usted es culpable o no, no me importa. Debe irse, no podemos tener problemas acá, ni heridos. Así que váyase, es lo mejor para usted y para nosotros.

El hombre me insiste que él no es culpable y que lo han confundido. Y que lo perdone y lo deje quedarse.

-Si lo han confundido es mejor que se vaya, yo haría eso para evitar que me maten, perdone la confusión, si es mentira lo entiendo pero no puede quedarse acá. No podemos arriesgarnos a que lo apuñalen.

Un hermano argentino lo acompaña hasta la salida, para estar seguros de que no se va a quedar por ahí rondando. El hermano lo deja con otro alemán y no lo volvemos a ver.

La cosa queda así, se habla en el círculo del problema. Como todos quieren al hermano del Huila, deciden perdonarlo.

Fiesta con alcohol

Fogata de cuarentena

Hace poco hubo una fiesta con alcohol, la organizó uno de los grandes personajes del arcoiris, un pirata. El alcohol está prohibido.  Él compró cervezas y tres botellas de vino. No era mucho. Yo compré un six pack.

El alcohol se acabó temprano. Hubo estriptis de una huilense. Nos divertimos mucho. 

Pero el hermano del Huila, en medio de la noche, dijo que un alemán, le había prometido $200.000 pesos por sexo y que no le quería pagar. (el mismo alemán con el que las chicas tuvimos problemas de abuso) Todos le creen al huilense y comienzan a molestarse con el alemán, le gritan, lo echan, él no se va, se queda sentado y aturdido, está sorprendido de que todos le crean al Huilense. 

Así que me metí a traducir, porque el alemán no hablaba español y el colombiano no hablaba inglés.

El hermano del Huila me dice:

  • Que es homosexual, travestí y que se había ganado mala fama en la tienda, que nadie le quería vender porque tenían miedo por los niños, porque la homosexualidad estaba mal vista en la vereda.
  • También me dijo que el alemán lo había mandado a matar tres veces. Y que él sabía porque la gente en la calle le contaba de donde venían los sicarios que lo querían matar.
  • Y que no se fuera meter con su familia, porque la otra vez le había volteado el carrito de chontaduros a la hermana enfrente al mercado y que la familia entera lo estaba buscando.

En ese momento me pareció que estaba loco y que todo eran invenciones suyas.

 Al día siguiente, confirmé que mentía y que estaba loco.

Porque peleo con  su amiga (la que lo trajo al Arcoiris) reclamandole por que ella ya había matado a su mamá. Y ellos siempre han sido muy buenos amigos. Si así fuera, no lo serían. Eso era más absurda todavía. 

Él es un amor, trabaja mucho donde un vecino y siempre trae pan para toda la familia, trae pasteles, queso, cigarrillos y mariguana. Siempre da más de que lo que toma para sí mismo. Trae leña y trabaja en la huerta. Todos lo aman.

Ahora tiene un nacido en la pierna y le duele mucho. Se quema la herida y se echa todos los remedios que los hermanos le dicen.

Dicen que ha estado en un psiquiátrico, que ha estado con electroshock y que ha estado en la cárcel. No sabemos que es verdad. 

Yo creo que él inventa cosas y se las cree.